Problemas urinarios
Las pérdidas de orina, el ir constantemente al baño, el sentir que no vacías del todo la vejiga y que tienes que empujar para sentir que has terminado de orinar no es «normal».
¿Sabes que tratar tu suelo pélvico puede mejorar todo esto?
Los problemas urinarios o urológicos son extremadamente habituales y, por desgracia, han sido muy normalizados, sobre todo tras dar a luz o tras una cirugía de próstata.
El suelo pélvico es la última línea de continencia, es decir, es la última defensa contra la incontinencia urinaria y uno de los grandes problemas a la hora de vaciar del todo la vejiga, independientemente de nuestros órganos sexuales o reproductivos.
Los problemas urinarios más frecuentes en consulta son los siguientes.
Los escapes de orina no son normales, independientemente de la edad que tengamos. Estos escapes pueden darse en distintos casos:
- Ante esfuerzos de mayor o menor intensidad como al levantarse de la silla o al saltar (incontinencia urinaria de esfuerzo).
- Asociados a sensación de urgencia o que necesitas salir corriendo al baño (incontinencia urinaria de urgencia).
- Asociados tanto a esfuerzo como a urgencia (incontinencia urinaria mixta).
- Ante un vaciado incompleto de la vejiga que provoca rebosamiento de la misma. Es decir, ocurre algo similar a echar agua en un vaso casi lleno de agua (incontinencia urinaria por rebosamiento).
- Tras cirugía de próstata (prostatectomía, resección transuretral…) o pélvica (histerectomía, reconstrucción vaginal…)
- Relacionados con hábitos conductuales, como orinar en la ducha o al llegar a casa.
- Secundarios a problemas nerviosos o neurológicos.
El tratamiento será distinto en función de las características de la incontinencia y el estilo de vida que tengamos cada uno. Tras determinar el motivo de estos escapes, podremos tratarlo con las herramientas adecuadas.
Esto es la dificultad para orinar, sentir que no vacías completamente la vejiga o tener que empujar para hacer pis. Además de no ser lo que deberíamos sentir, puede dar lugar a problemas si se mantiene durante un tiempo:
- Pueden aparecer prolapsos (caída de órganos de la pelvis que ocupan la vagina).
- Facilita la aparición de hemorroides y otros problemas ano-rectales
- Puede dar lugar a inflamación e irritación de la próstata.
- Puede provocar inflamación y dolor en la uretra (canal que comunica la vejiga con el exterior).
En estos casos, el primer paso ha de ser siempre acudir a un médico especializado en urología para determinar la causa.
Una vez hecho esto, desde fisioterapia se procederá a una «reeducación miccional» trabajando distintas estrategias para poder conseguir el vaciado completo de la vejiga.
Ir al baño cada hora o no poder beber líquido porque necesitas ir corriendo al baño suele ser, normalmente, por una de las siguientes causas:
- La vejiga se contrae con mucha frecuencia o ante aumentos del volumen de orina (hiperactividad vesical, del detrusor o vejiga hiperactiva).
- Desequilibrio del sistema nervioso, normalmente asociado a largos periodos de estrés que provocan ganas de ir al baño cada poco tiempo.
- Hábitos conductuales como el ir al baño ante la mínima sensación de tener líquido en la vejiga.
En este caso, es aconsejable acudir al médico especialista en urología para que determine la causa de este aumento de frecuencia. Para ello, es posible que se valga de la realización de un estudio urodinámico o bien una cistoscopia.
Una vez tengamos la posible causa y descartemos patologías, podremos tratar tanto con técnicas conductuales como con técnicas neurológicas, ejercicio y terapia manual o masaje.
Es el término médico que se da al cierre involuntario de la uretra (tubo que comunica la vejiga con el exterior del cuerpo) cuando orinamos.
Es más fácil visualizarlo como un globo lleno que sujetamos entre los dedos: si queremos vaciar el globo, tendremos que aflojar el cierre, mientras que si queremos mantenerlo lleno, tendremos que mantener este cierre. La micción no coordinada sería realizar, en mayor o menor medida, cierres inconscientes o involuntarios de la boquilla, impidiendo que se vacíe bien el globo.
La micción no coordinada suele acompañarse de sensación de vaciado incompleto y aumento de la frecuencia con la que vamos a orinar, etc. Y su tratamiento estar ser basado en terapia manual o masaje y ejercicios de control muscular.